Mi heroico verano azul

No se puede tener un verdadero Verano azul sin hacer un acto heroico.

Julia y sus chavales dieron el coñazo con el “No nos moverán” y salvaron el barco de Chanquete. Menuda mierda de acto heroico.
Yo si fui un verdadero héroe. Salvé vidas. Y todo porque era un Joven castor. Bueno, en realidad lo era en espíritu, leía sus fabulosos manuales.

Un Joven castor es valiente, detectivesco, audaz.
Tenía 9 años y habitaba solo en aquella habitación de la pensión veraniega.
Me aburría, necesitaba un caso para investigar.
Así que investigué el caso “Quién diablos ha habitado esta habitación antes que yo, su último inquilino u inquilina”.

Necesitaba pistas, pruebas…y escudriñe la habitación en busca de ellas.
Nada. Las malditas limpiadoras habían eliminado cualquier rastro.
¿Por qué?.. Seguramente se había cometido alguna fechoría y ellas serían cómplices. “¡Ajá! Me queda por registrar el techo del armario.”
Y me encaramé a él como un buen Joven castor y lo palpé.
Y me llené la mano de polvo y de mierda pero encontré la prueba.
Un sobre. Un sobre grande  sin ningún dato.

“Esto se pone interesante”, me dije. El sobre era pesado, debía tener muchos documentos. No lo habían tocado en meses a juzgar por su capa de polvo. Lo abrí. “Diablos, otro sobre dentro”.
Era de color negro, le di la vuelta con cuidado y ahí estaba, la marca de los “Malos”. La que aparecía en los comics.
Un circulo y dos aspas, (como en los manuales y tebeos de los Jóvenes castores) planos secretos, espionaje o peor aún…
Una carta bomba de los etarras. En aquella época ya habían iniciado la banda su campaña de verano.
Allí estaba yo, sentado en la cama con mi carta bomba sobre ella y pensando…
Pensando en calzoncillos que aquel fixo de color fosforito sería el detonador. Pensando en calzoncillos que la más leve vibración haría estallarla. Si me levantaba de la cama para avisar a alguien la bomba explotaría. “Mierda ¿Qué hago?”

Si la bomba explotaba moriría yo solo, porque mi habitación estaba
en una punta del hostal y  las de al lado estaban vacías.
“Seré un héroe, en calzoncillos, no me queda mas remedio”.
Y sudoroso retire poco a poco el detonador de fixo fosforito.
Pensé en calzoncillos que si moría habría salvado la vida de mi familia, las de todos los veraneantes de aquel hostal.

Pero no me morí. No saltó nada por los aires. No voló el hostal en pedazos. El sobre sí tenía un contenido explosivo. El símbolo de la X era otra cosa. Eran revistas porno, y menuda par de bombas tenía la chica de la portada.
AS.

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7 Responses

  1. crunch dice:

    De ahí lo de “manual”.

  2. as dice:

    si, Crunch, pero ahora ya es todo digital

  3. Juanfran dice:

    Sobre todo en las mujeres. Señal ineqde que están más avanzadas que nosotros.

  4. as dice:

    Juanfran: Usted siempre poniendo el dedo en la llaga…

  5. The IncóluMen. dice:

    Real como la vida misma Amigo As,una vez en un hostal,hace años había encima de el armario un par de revistas X,(no, de la Patrulla,no),dos periodicuchos,novelas de texto en “apañol” aburridas y un par de cómics de “Le Fantome” (The Phantom),naturalmente sólo me traje estos dos últimos …Y hoy en día buscados por los coleccionistas franceses.
    ¡¡Tóma Molinaaaaa!!.

  6. AS dice:

    Uséase, que , amigo Incólumen y demás , no dejéis de revisar los techos de los armarios…
    Se pude encontrar de todo.

  7. AnaTema dice:

    yo lo de la crucecita roja creía que era aviso de veneno o algo, qué cosas leían los roedores antiguamente!

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